Las parteras de Tijuana
Junise una joven de Haití, dejó a su madre y a su familia para buscar una mejor vida y ayudarles económicamente ya que la situación de su país es muy precaria y no lograba salir adelante y conseguir trabajo. Ella cruzó la selva de el Darien en Colombia, tras varios días de una fuerte experiencia donde casí le costó la vida, logró llegar a Panamá y después de un largo trayecto y mucho peligro llegó a México. En Tapachula consiguió la visa humanitaria a través de COMAR y luego siguió su camino hasta Tijuana, donde encontró una comunidad de gente de Haití bastante grande. Ahí mismo conoció a Jimena; una mujer que decidió emprender un proyecto de ayuda para mujeres migrantes que estuviesen embarazadas. Se encontró con una violencia obstétrica muy fuerte hacia ellas y abrió la clínica Justicia en Salud para ayudarlas con partos humanizados. Ahora Junise trabaja como traductora del creole, para la clínica y colabora con Jimena en agradecimiento por haberla ayudado a traer a su hijo al mundo de una forma más amable y más empática
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